
Actualizado el jueves, 2 enero, 2020
Chestnut Ridge Park, unas cataratas increíbles
Si estás de viaje por la región de Niágara, en particular dentro del Estado de Nueva York, te recomendamos conocer una de las atracciones naturales más curiosas, una cascada muy especial que alberga en su interior una pequeña llama casi permanente.
Escondida en lo más profundo de este parque conocido como Chestnut Ridge, es en realidad una pequeña cascada en la que se puede observar un curioso fenómeno de combustión provocado por los gases de descomposición vegetal del subsuelo. La llama en realidad no es eterna ya que en ocasiones se apaga. Muchos visitantes la vuelven a encender en ese caso, aunque recomendamos ser precavidos con esta práctica.
Comentaremos algunos detalles.
Chestnut Ridge Park
Este enorme zona verde del condado de Erie es muy popular entre los habitantes de la región que disfrutan de sus cientos de kilómetros de senderos, de sus instalaciones deportivas, opciones de pesca, esquí, atracciones infantiles, picnic y mucho más. Se encuentra entre dos valles, Eighteenmile Creek y West Branch Cazenovia Creek y geográficamente es un terreno ondulado con colinas y muchas fuentes de agua. Es una zona muy popular, aunque la cascada de la llama eterna se encuentra en una zona más alejada y escondida.
Cómo visitar la cascada
La catarata de la llama eterna está fuera de las rutas habituales del parque y tendrás que preparar específicamente la excursión para conocerla. Es accesible desde un sendero que comienza en la zona sur del parque. En internet encontrarás fácilmente direcciones con los detalles de este sendero.
Uno de los signos de que se está cerca es el mal olor proveniente de los gases emergentes en la zona y que se origina de la descomposición de materia orgánica a presión en el subsuelo. Este gas sale a la luz por las fisuras del terreno y una de ellas se encuentra en una pequeña gruta detrás de las cataratas y que protege la llama del agua y del viento manteniéndola encendida. El efecto es onírico. La pequeña llama resalta entre la espuma y el verdor de la cascada. Al amanecer o anochecer se enciende como una misteriosa luz tras el fulgor de la caída de agua. Existen otras pequeñas salidas de gas en la catarata pero solo la principal tiene flujo suficiente para aguantar el encendido permanente del fuego. La gruta principal se encuentra a unos 5 metros de alto y la llama tiene una altura media de 15 cm.
La cascada tiene una altura de unos 9 metros de alto y 4 de ancho. La mala noticia es que no es un curso de agua permanente y suele estar en su mejor momento a principios de la primavera o en cualquier momento del año tras unas fuertes lluvias. El flujo del agua puede hacer menos visible la pequeña gruta.
Sea como fuere, la experiencia es fascinante y nos permite descubrir un lugar único en el mundo, con un fenómeno que pocas veces se repite de forma natural en el planeta: la belleza y la magia de una llama de fuego tras las cortinas de agua de una cascada.
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